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Colectivo Solofoto

    

   Superviviente de la era analógica, el paso a la digital supuso un cambio drástico en mi manera de ver la fotografía.              

     Desde el inicio de la fotografía en blanco y negro, un reto ha sido siempre conseguir imágenes en color y cuanto más reales mejor.

      En los días nublados la percepción de los colores es mejor que en los muy soleados. Si además conseguimos unos parámetros máximos de exposición a la hora de tomar las imágenes, podemos obtener unos resultados finales espectaculares.

      Con las cámaras Canon de alta gama, que tienen un alto rango dinámico y disparando en RAW, la información que obtenemos es impresionante. El poder extraer todo ese contenido adicional nos posibilitará lograr unos rendimientos diferentes a los que estamos acostumbrados a ver.

   El sistema de edición Dankening es fruto de la casualidad. Todo surgió intentando captar aquello que el ojo no es capaz de ver o nuestro cerebro de asimilar. Empecé esta andadura a través del tratamiento de la textura del agua y de los reflejos que viven en ella, con la pretensión de extraer todos esos colores y luces que se intuían y que no era capaz de plasmar en la imagen final.

    Una foto que en circunstancias normales no nos plantearíamos editar porque no nos dice absolutamente nada, al aplicar este método nos puede llegar a emocionar. Conseguir ese momento en que el color toma todo el protagonismo sin ser eclipsado por la luz, es el objetivo final.

  El afán por lograr dicha meta me llevó a experimentar incansablemente sobre una amplitud de imágenes con la única regla “prueba y error”. De ahí, fui sacando conclusiones de como emplear esta técnica incipiente en los distintos campos fotográficos.

    En la actualidad, este proceso puede emplearse con pequeños matices en la mayoría de las ediciones fotográficas sin importar la temática de las mismas. Es obvio el resultado obtenido tanto en reflejos, naturaleza, paisaje, fauna, retrato, photostreet, etc...

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